jueves, 24 de mayo de 2012

Génesis aeronáutico.

     ATR-42 de Royal Air Maroc, éste es el avión y compañía que se me vienen a la cabeza cuando pienso en mi primer vuelo. Puede que tuviera cuatro años, un poco más o un poco menos. Tampoco recuerdo bien cuál fue el trayecto si LEMG (Málaga) - GMME (Rabat-Sale, Marruecos) o quizás fue hacia Casablanca (Marruecos)... la verdad no lo recuerdo bien.






                                                           ATR-42 | Royal Air Maroc.


     Lo que si recuerdo es que iba caminando con mi madre desde la terminal 2 (Pablo Ruíz Picasso), hasta el avión, un ATR-42 de la compañía Royal Air Maroc, para ser un niño quedé fascinado, me encantaba ese avión, su diseño, motorizado con dos PW127E de 2400 shp con 7.000 lbs de empuje . Lo que yo conocía simplemente como "motor"

                                                          Motor PW127E de 2400 shp.
                                      
     Lo que más me sorprendía, era que en muchas ocasiones el pasaje entraba por el cono de cola. Digo curioso, por que la normativa de pasaje se realiza por las puertas izquierdas de la aeronave, dejando las laterales derechas para el servicio.
    
     Lo peor era el ruido ensordecedor del A.P.U. (Auxiliar Power Unit) ó unidad auxiliar de energía. Siendo concretos, es un motor alimentado por el combustible del avión para generar electricidad, siempre que no se disponga de lo que se es un G.P.U. (Ground Power Unit) ó generador de tierra.
                                                     
                                                                                  A.P.U
                                                                  
                                                                                    G.P.U

     Yo no entendía la razón de tener ese ruido... sabía que era molesto y poco más, era un niño.. Ahora sé la importancia que supone ese "motor" ya que sin este no tendríamos luz ni energía (evidentemente una mínima energía) para las funcionalidades básicas de los equipos y el confort del pasaje.

     Cuando llegué a mi asiento (reconozco que me encanta buscar la fila / número de asiento) lo primero que hice y sigo haciendo, es abrocharme el cinturón, luego me preocuparé de todo lo demás.... es una manía personal. Por lo general siempre procuro que me asignen ventana y cerca del ala, me gusta ver como se mueven los flaps, alerones, etc...

     Cuando eres un niño no te das cuenta de lo importante que es cada uno de esos elementos, cuando eres un niño sólo ves una sinfonía rítmica de movimientos en un vuelo. A medida que vas estudiando asignaturas como tecnología o física te das cuenta de lo complejo que puede llegar a ser mover un simple alerón... Me refiero a circuitos hidráulicos actuados por un simple control de vuelo... es tan complejo y a la vez tan bonito... y a la función que ejecutan dependiendo de la fase del vuelo.
    
     Creo que la fase de vuelo más espectacular para mi es el despegue... En un segundo pasa de tocar la tierra a flotar en una masa de aire, la cual dependiendo de factores como temperatura, densidad, altura, presión... te facilita o no la acción de volar... Aunque para un niño simplemente queda en volar.
    
     Es complejo explicar "como vuela un avión" pero espero poco a poco, ir desvelando esos misterios para acercaros un poco más este fascinante mundo.
    
     Hay que reconocer que desde aquel "primer vuelo" hasta el día de hoy la aviación ha evolucionado mucho, pasando de usar "relojes" a pantallas digitales, también llamadas "glass cockpit" de analógico a digital.
 
 
                                  ¨Cockpit¨ (cabina del piloto) de ATR-45 [Cabina analógica]
                                             Cockpit de Airbus 380-800 [Cabina digital]
                                            

     Cuando aterrizé al lugar el cual volaba quedé emocionado, fascinado, anonadado... salí del avión, cogido de la mano de mi madre mis piernas temblablan, mi corazón latía como tren que pasa a velocidad trepidante, ¡HABÍA VOLADO!

     Después de ése día y pasado un tiempo creo recordar que tenía unos seis o quizás siete años, cuando casi cada domingo le pedía a mi madre que me llevara a ver aviones al aeropuerto...

     Desconocía que extraña motivación despertaba en mi ver aquellos engendros metálicos provistos de alas y motores que, por una extraña gracia divina (a la que hoy conozco como coeficiente de sustentación) se elevaban por una pista de asfalto.

     Todo era tan "sutilmente" sencillo para ese niño... un avión se pone a correr y al momento vuela... vaya, si que me resultaba curioso... y sencillo.

     Fueron muchos aquellos domingos que casi eran cita "obligatoria" en mi vida para lentamente despertar en mí, lo que hoy quiero que sea mi vida.

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